¿Qué es la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ESCNNA)?
La ESCNNA se refiere a actos donde adultos involucran a menores en actividades sexuales a cambio de beneficios como dinero, droga, regalos, protección y otros. Es una grave violación a los derechos humanos de los menores y se considera una de las formas más extremas de violencia hacia ellos.
Aspectos Clave de la ESCNNA
Violación de Derechos:
Los menores son vistos como objetos sexuales y comerciales, siendo explotados y abusados por adultos.
Raíces Culturales:
La explotación de menores tiene antecedentes en prácticas históricas y culturales que posicionan a mujeres y menores en roles subordinados.
Género y Vulnerabilidad:
Un alto porcentaje de las víctimas son niñas y jóvenes, lo que resalta la importancia de abordar las dinámicas de género en la problemática.
Relación Dominación-Subordinación:
Los explotadores se benefician de la minoría de edad, género y situación socioeconómica de las víctimas, aprovechando su vulnerabilidad.
Mercado Ilegal:
La ESCNNA se produce en un mercado clandestino donde los cuerpos de los menores son tratados como mercancías, destacando la transacción monetaria o en especie.
Modalidades de Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ESCNNA):
Cada uno de los siguientes puntos resalta las características clave de cada modalidad, proporcionando una visión general concisa y directa del fenómeno de la ESCNNA.
1. Actos Sexuales Remunerados: Son menores involucrados en actividades sexuales a cambio de dinero, droga, regalos u otros beneficios. Ejemplos: explotación en la calle, trabajo disfrazado donde el adulto explota al menor. La mayoría de las víctimas son mujeres entre 13-18 años en Chile.
2. Pornografía Infantil: Representaciones de menores en actividades sexuales, ya sean reales o simuladas por medio de fotos, videos, archivos informáticos y más.
3. Espectáculos Sexuales: Menores presentados en espectáculos con contenido sexual.
4. Explotación en Viajes y Turismo: Explotadores viajan a lugares específicos para explotar sexualmente a menores. Ejemplos: “tours sexuales” o mediante ofertas en hoteles, bares, etc.
5. Matrimonios y Parejas Forzadas: Relaciones que ocultan acuerdos económicos o uniones forzadas. Casos recientes en Chile: 457 matrimonios adolescentes entre 2015-2021. Existe un proyecto de ley en discusión para requerir 18 años para casarse que aún no se ha aprobado.
6. Trata para Propósitos Sexuales: Captación y traslado de menores para explotación sexual. Puede ser internacional o interna.
ESCNNA y Abuso
sexual en Niños,
Niñas y Adolescentes
Mientras que ambas son formas graves de violencia sexual hacia menores, la ESCNNA se distingue por ciertas características particulares:
1. Intercambio Beneficioso:
La ESCNNA incluye un intercambio, que puede ser dinero, bienes, protección u otros beneficios.
2. Consentimiento Aparente:
En la ESCNNA, puede parecer que el menor consiente debido a la percepción de un "beneficio" a cambio. Sin embargo, es importante entender que este "consentimiento" se basa en el abuso de poder económico, cognitivo y psicosocial del adulto hacia el menor.
Es crucial entender estas diferencias para abordar adecuadamente y prevenir ambas formas de violencia.
¡NO LES FALLES, ACTÚA AHORA!
Cada miembro de la sociedad tiene la responsabilidad de garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Todos somos sus defensores.
INFORMATE:
Aprende a reconocer los signos de abuso y explotación. Estar bien informado te permite actuar con certeza y rapidez.
DENUNCIA:
UN ACTO NECESARIO
La violencia contra niños, niñas y adolescentes no sólo es inaceptable, sino que puede ser un delito que debe ser denunciado. Si ves o sospechas de alguna actividad irregular, denúnciala de inmediato. No esperes que "alguien más" lo haga o que "el sistema" lo solucione.
OBLIGACIÓN DE DENUNCIAR
Según el artículo 175 del Código Procesal Penal, funcionarios públicos, profesionales de la salud y educación (tanto pública como privada) están obligados a denunciar. No hacerlo es un delito, y conlleva una multa.
¿CÓMO Y CUÁNDO DENUNCIAR?
Es crucial actuar rápidamente y denunciar tan pronto como se tenga conocimiento de un caso.
Las denuncias pueden hacerse en: Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones, Ministerio Público y Tribunales con Competencia Penal.
Para denunciar, no es necesario llevar al niño, niña o adolescente afectado, ni se necesita autorización de padres o tutores.
ELEVA LA VOZ:
Usa tus redes sociales y plataformas para difundir la información. Comparte estadísticas, historias y recursos que sensibilicen y eduquen a más personas.
EXIGE A LAS AUTORIDADES TRANSPARENCIA Y ACCIONES CONCRETAS PARA PROTEGER A LOS MAS VULNERABLES.
SEÑALES Y SÍNTOMAS DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL COMERCIAL INFANTIL:
Las víctimas a menudo muestran ciertas señales o síntomas que pueden indicar su victimización. Reconocer estos signos es esencial para identificar y proteger a las víctimas.
TIPOS DE ABUSOS SEXUALES
El abuso sexual infantil es una forma de violencia, de maltrato grave, una vulneración que es delito y se debe denunciar.
Es el contacto o interacción sexual entre un niño, niña o adolescente y un adulto, en el que es utilizado para satisfacerse y estimularse sexualmente a sí mismo, al niño o niña o a otra persona. Este se produce cuando existe, una relación de desigualdad entre el agresor y la víctima, de poder, edad o madurez y/o la utilización de la víctima como objeto sexual.
El abuso sexual se expresa en actos con significación sexual adulta que involucran a niñas, niños y adolescentes menores de edad, que no están en condiciones de comprender, ni defenderse, consentir, escapar, o evitar el abuso, y ni siquiera pueden entender que son víctimas de estos delitos (por su maduración incompleta).
La persona que abusa usa al niño o niña víctima como un objeto para su satisfacción sexual, o la de otros. Los abusos sexuales incluyen conductas sexuales que van, entre otras, desde la exhibición genital del adulto, tocaciones, masturbación frente al niño o forzándolo a participar de ésta, producción de imágenes o videos sexuales (pornografía infantil) para uso del abusador u otros, llegando hasta la violación (oral, genital, anal).
Los niños y niñas, desde que nacen y hasta terminar de crecer, están en una situación de total dependencia en relación al mundo adulto que tiene la responsabilidad de protección, incluso por ley, al menos hasta la mayoría de edad, los 18 años (si bien el desarrollo termina a los 25 años). La desigualdad en el abuso sexual es absoluta entre el agresor y la víctima, en todo sentido.
Necesitamos recordar que hoy el abuso sexual puede perpetrarse con un agresor presente, o bien activo desde el mundo virtual. De ahí que la prevención también debe incluir esta dimensión (digital).
En el niño y niña víctima de abusos sexuales podríamos observar, entre otros, los siguientes signos:
• Mostrarse “nervioso” o asustadizo
• Tener pesadillas, miedo de la oscuridad, miedo a dormir solo, miedo de ir a acostarse.
• De pronto parece actuar de modo muy diferente a lo acostumbrado.
• Pueden darse regresiones o retrocesos en hábitos ya logrados
• Cambios en desempeños escolares (si ya asiste al colegio)
• Emociones desbordadas (pena, rabia) o muy contenidas
• Conducta sexualizada y no acorde a lo esperable a su edad y etapa del desarrollo. Esta conducta sexualizada puede también expresarse como relatos, “chistes”, dibujos, o imponiendo juegos sexuales y/o interacciones sexualizadas con otros niños, niñas (y a veces con mascotas). Asimismo, puede mostrar un interés en juegos e interacciones sexualizadas con niñas, niños o adolescentes mucho mayores. Una diferencia de edad de 3 o 4 años puede ser muy significativa.
• Ausencia de relato de la víctima, porque el abusador ha impuesto una regla de silencio, o porque la irrupción traumática impide vocalizar lo vivido, o simplemente porque niños y niñas ni siquiera cuentan con las palabras para narrar algo que escapa, como ya decíamos, a su comprensión.
MUY IMPORTANTE:
No hay un solo conjunto inequívoco de síntomas asociado al abuso sexual infantil; muchos síntomas pueden ser inespecíficos, o no tener un carácter sexualizado, e incluso, podrían hasta ser leídos como manifestaciones de otras crisis, cambios o perturbaciones en las vidas de los niños (nacimiento de un hermanito, mudanzas, duelos, etc.). Lo más recomendable es recurrir a apoyo especializado para un diagnóstico concluyente que, además, acompañe la denuncia.